viernes, 28 de mayo de 2010

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Y me reencuentro con ella, solo formaba parte de una gran etapa de mi vida, o eso es lo que llegue a pensar...

Ahora la tengo justo enfrente y no parece que haya pasado el tiempo por nuestras vidas.


Sonrío, sonríe.


Comenzamos a hablar, a recordar viejos tiempos, a ponernos al día y mientras hablamos vamos pensando en el porque de nuestra separación.


Ella se fue, yo me quede.


Pero no pasa nada, pues la vida es así:

A veces toca que la distancia llegue a tu vida, y en el camino que sigues puedes dejarla atrás o seguir con ella para siempre. Por suerte yo la deje atrás para siempre, y aquí estamos de nuevo como personas casi adultas y extrañados ante la casualidad. ¿Existe la casualidad? Quien sabe...

jueves, 27 de mayo de 2010

Respuestas.



...

...

...

Dime que tengo que decirte para atraparte.

Dime como debo comenzar nuestras conversaciones sin que parezca que me estoy arrastrando tras de ti solo para que me escribas cualquier cosa que se te ocurra.

Dime la razón por la cual no me atrevo a mirarte a los ojos sin apartar la mirada al instante.

Dime por favor que fuerza es esa que ejerces sobre mi que cada vez que pronuncio tu nombre.

Dime también la razón por la cual ardo de rabia cada vez que veo que no soy yo el que está hablando contigo.

Dime como consigues meterte en mi mente sin que me de cuenta.

Dime porqué me contentaría solo con tu aroma.

Dime porqué no puedo dejar de escribir sobre ti y sobre mi.

Dime a que espero a dar la cara y a parar ya esto yo solo o a hacerlo con tu ayuda.

Dime porque no me importa nada más.

Dime porque te pido explicaciones cuando en realidad no lo estoy haciendo.

Dímelo.