viernes, 28 de mayo de 2010

2211



Y me reencuentro con ella, solo formaba parte de una gran etapa de mi vida, o eso es lo que llegue a pensar...

Ahora la tengo justo enfrente y no parece que haya pasado el tiempo por nuestras vidas.


Sonrío, sonríe.


Comenzamos a hablar, a recordar viejos tiempos, a ponernos al día y mientras hablamos vamos pensando en el porque de nuestra separación.


Ella se fue, yo me quede.


Pero no pasa nada, pues la vida es así:

A veces toca que la distancia llegue a tu vida, y en el camino que sigues puedes dejarla atrás o seguir con ella para siempre. Por suerte yo la deje atrás para siempre, y aquí estamos de nuevo como personas casi adultas y extrañados ante la casualidad. ¿Existe la casualidad? Quien sabe...

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