Hambrienta, agarró una manzana del frutero y se la llevó a la boca mientras dejaba fluir despreocupadamente sus pensamientos.Todavía recordaba el encontronazo que había tenido con Silvertongue, cada vez que ese pensamiento surgía entre otros muchos se le revolvía el estómago.Por fin ahora todo era agua pasada...no soportaba la idea de volver a criar malvas.Dándole otro mordisco a la pieza otro nuevo recuerdo surcó su memoria.Claro y casi palpable como el día en que sucedió, el día en que lo vio, el "primer día" lo había denominado.Costaba mucho enfrentarse a un sentimiento que hasta ahora había estado sepultado en lo más hondo de su alma, pero desde el "primer día" todo había cambiado, sobretodo ella, y eso era lo que más la aterraba... el depender de otra persona, solo era una debilidad más al fin y al cabo, y eso la hacía vulnerable.Siempre había sido fría y cortante como el hielo, o por lo menos a si la veía su conciencia.Pero ahora, ahora era tibia y cristalina como el agua, capaz de mostrar sus más oscuros secretos sin ella desearlo.De repente, una ola de calor le recorrió el cuerpo, empezando por sus pies y desembocando en su cerebro.Un relámpago lo iluminó todo, la mordisqueada manzana que segundos antes sostenía, calló rodando por la destartalada mesa delatando al culpable...Escondida entre las sombras Ella dio un paso al frente dejando ver su rostro maquiavélico, sus mechones azabaches que caían sobre sus hombros y su mirada melosa y penetrante...Eso fue lo último que vio Irehne después de que una sonora carcajada resonara en la habitación.Fría e inerte, Irehne calló sobro la mesa abandonando ese mundo.Ahora sí, ahora podemos afirmar que Ella ha retornado......y que no se marchará hasta que no lleve a cabo su prometido.
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