sábado, 11 de julio de 2009

Dios y el hombre

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Una etapa, una gran fase, que empieza por el deseo, le sigue el capricho y culmina con la obsesión. La mayoría de las veces la culpa no es de nadie, sino del momento, del lugar y del tiempo. Pura casualidad añadiría también. Lo peor de todo es que no tiene cura, el tiempo dicen que lo cura todo, pero yo creo que sería mejor que le invitáramos a salir con la distancia, según mi punto de vista es el mejor remedio…
El olvido, como muchas otras cosas, es difícil de alcanzar, porque cuanto más haces por alcanzarlo, más lejos te encuentras de él.
Este sentimiento tan angustioso y doloroso puede llegar a desembocar en la muerte, el sujeto se siente tan impotente ante la situación que le hace obsesionarse que decide quitarse la vida para cesar el dolor del alma. Esta vía es la más eficaz, pero la peor en mi opinión.
Muchas veces es confundido el amor con la obsesión, hoy en día la definición de amor no es clara, solo hay aproximaciones a lo que verdaderamente significa. ¿Quién sabe? Puede que ni exista y solo sea una paranoia de la gente.
A veces me gustaría poder controlar lo que siento, pero puede que dejase de ser persona, puede que me volviese inhumano, sería raro y desequilibrado, el hombre no debería poder controlarse así mismo, porque no es tan inteligente como lo presenta la sociedad de hoy en día.
El ser humano no es perfecto, yo pienso que es el ser más imperfecto del planeta. No ha aprendido a vivir en sociedad, en armonía con los demás y consigo mismo. Si observamos la fauna, comprobamos que están en armonía entre ellos, y si cambiamos de hábitat a un animal, puede desequilibrar el ecosistema al que es introducido, como ocurrió con los conejos en Australia.
Pero la razón que le ha sido otorgada al hombre, creo que no ha sido obra de Mamá Naturaleza, creo que hay algo más, una causa de ese efecto, algo o alguien plantó esa semilla en la mente humana, y lo hizo por algo que todavía no se sabe con total certeza, sí, hablo de un ser superior y más poderoso que el hombre, hablo de una fuerza más fuerte, hablo de un Dios.

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